Aquellos viajes de Colón en 1492 no solo convirtieron las tierras americanas en un mundo de brújulas y arcabuces. A bordo de sus naves, los habitantes del viejo continente trasladaron también un instrumento capaz de transformar la historia de estos pueblos: el idioma español.
eredera del período prerromano y derivada del latín vulgar, esta lengua romance que tiene su origen en el reino medieval de Castilla, no solo es la primera en España y veinte países americanos, sino además constituye la segunda más importante de occidente en cuanto a número de hablantes y demanda de estudios.
Sin embargo,
hoy, cuando se celebra el Día del Idioma Español, en conmemoración a la muerte
del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, inquieta a muchos la necesidad
de su buen uso, en un contexto amenazado por la vulgaridad y la desmotivación
ante la lectura.
¡CÓMO ME
GUSTA HABLAR ESPAÑOL!
“En la actualidad, diferentes factores atentan contra
nuestro léxico. No solo existe una tendencia de extranjerizar algunos términos,
además se ha perdido el amor por la redacción, la lectura y el hábito de
visitar las bibliotecas. Por ejemplo, muchos estudiantes de ingenierías, se
muestran reacios a las letras, cuando las mismas son fundamentales para
enriquecer su lenguaje científico. Nos preocupa la confianza que algunos
depositan en los programas de las computadoras, cuando se trata de ortografía”,
señala Aliuska Rodríguez Araña, Profesora de Español- Literatura en la sede
universitaria Camilo Cienfuegos.
Mientras,
Magaly Ramos Vera, profesora de Español- Literatura de Preuniversitario
comenta: “El idioma es un elemento esencial desde el punto de vista cultural,
social y político. Un país que no tenga dominio de la lengua, no es un país. Es
vital que todos los educadores de los diferentes niveles logren que niños,
adolescentes y jóvenes hablen de forma adecuada y descubran en la expresión el
modo de comprender la realidad y enfrentar los problemas”.
No obstante,
defender lo que el escritor británico Samuel Johnson definiera como “el árbol
genealógico de una nación” o “el vestido de los pensamientos”, no es tarea
exclusiva de los docentes. Yamilé Rivera Reinaldos, metodóloga provincial de la
asignatura en Secundaria Básica, concuerda con dicho argumento y enfatiza que
este debe ser un tema de interés para cada sujeto social, pues “todos somos
cubanos y hablamos español”.
“La familia,
los maestros, los profesionales de los medios de difusión masiva, no solo
tenemos el compromiso de decir las palabras como corresponde, sino también de
manera fluida y sin atropellarlas, sea cual sea el lugar donde nos
encontremos”, explica Carlos Benítez Hernández, locutor de Radio 26 y Tv
Yumurí.
HABLAR, PERO
HABLAR BIEN
Como
escribiera José Luis Pardo, filósofo y ensayista español, "así como amar a
alguien no consiste en firmarle papeles ni en comprarle regalos, sino en
quererle, el amor a la lengua no se prueba promulgando leyes que la protejan o
subvencionando obras sólo nominalmente escritas en ella. Así se embalsama un
cadáver o se saca brillo a un arma de fuego. Amar la lengua es usarla.”
Por eso,
algunos como Bárbara Fierro Chong, presidenta de la Cátedra de Lectura y
Escritura de la Facultad
de Ciencias Pedagógicas Juan Marinello Vidaurreta, y sus colegas no descansan
en la búsqueda de estrategias para contribuir al perfeccionamiento de la lengua
materna.
“Fundado el
6 de julio de 1994, dicho espacio tiene como objetivo desarrollar el sentido de
pertenencia e identidad nacional y local en los alumnos, a partir del estudio
de la literatura cubana y matancera; motivarlos a la redacción, al tiempo que
se fortalecen las relaciones interinstitucionales en la provincia, el país e
Iberoamérica, en aras de crear oportunidades de intercambio académico,
científico y cultural, afirma Fierro Chong.
“No solo
contamos con la participación activa del Centro Provincial del Libro, Ediciones
Vigía, UNEAC, Museo Palacio de Junco, Fundación Alejo Carpentier, Centro de
Lingüística Aplicada de Santiago de Cuba, entre otras instituciones, sino que también
mantenemos relaciones con fundaciones de este tipo en México, Venezuela, España
y Brasil”, agregó.
Ante la
llegada del 23 de abril, Idalberto López Lima, quien dirige la disciplina
Práctica Integral de la
Lengua Española en la Casa de Altos Estudios y al mismo tiempo coordina
las actividades asociadas a la cátedra, destaca: “Celebramos con una
amplia jornada que incluye concursos de habilidades, narración, oratoria, etc.
Así no solo le brindamos a los alumnos la oportunidad de compartir con
escritores o de debatir sobre los grandes clásicos de las letras, además les
proponemos los modos de actuación y las herramientas para su futuro desempeño
profesional”.
Aunque
algunos escépticos lo duden, iniciativas como esta ganan la admiración y
gratitud de muchos. Tal es el caso de José Miguel Estévez Delgado, quien cursa
su primer año de Licenciatura en Lengua Extranjera Inglesa en el centro y
reconoce cuánto le aporta este espacio.”Nos permite ampliar los conocimientos y
adquirir habilidades comunicativas elementales para la carrera”, resaltó.
Criterios
como el de José Miguel, evidencian cuánto se puede hacer, sin tener que
recurrir a ineficaces imposiciones, para combatir los gazapos o chabacanerías.
Vale la pena entonces, buscar alternativas innovadoras y atractivas que
inculquen en las nuevas generaciones el respeto hacia ese tesoro, legado por
nuestros antepasados, capaz de trascender la cultura y el tiempo.
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