miércoles, 23 de septiembre de 2015

De corazón a corazón
















No tiene corazón, le destrozó el corazón o lo hizo de… son frases que muchas veces se usan para cargar de dramatismo o simplemente describir una acción o cualidad. Y es que no en balde el sabio Salomón expresaría siglos atrás que de este órgano principal del aparato circulatorio mana la vida. Sin embargo, cuando se trata de tomar las medidas necesarias para protegerlo muchas veces se olvidan sus funciones e importancia.

Por eso cada 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón se convierte en una oportunidad para dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. La fecha no pasa por alto en Matanzas, una de las provincias con mayor índice de mortalidad por este tipo de padecimiento.
A TIEMPO SE GANA TIEMPO
 “Aunque en muchas regiones del país los tumores malignos constituyen hoy la primera causa de muerte, en Matanzas desde hace quince años siguen siendo las afecciones del corazón. En 2013, mil 645 defunciones fueron por este último motivo y 529 por problemas cerebro-vasculares, mientras en 2014 el comportamiento fue similar y de enero a junio del presente año la cifra asciende a 853”, explica el Doctor Fernando Jesús Achiong Estupiñán, especialista al frente del Programa de Cardiopatía Isquémica y de Hipertensión Arterial en el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología.
“En el mundo ocurre una de cada tres defunciones por enfermedades de este tipo, mientras que cada cuatro segundos se produce un infarto. Y es que las cardiopatías isquémicas representan el 80 por ciento de dichos padecimientos: de estas el 40% son producidas por infarto agudo del miocardio y el resto por infartos del miocardio que se vuelven lesiones del músculo cardiaco dando lugar a la cardiopatía”, añade.  
Pero… ¿a qué se debe esa mortalidad tan elevada si existe una red hospitalaria de amplia cobertura en Matanzas? Sin contar otros factores que a veces obstaculizan la atención inmediata constituye un factor determinante el desconocimiento de la población sobre cuándo y cómo pedir ayuda. Algunos pacientes tienen dolores torácicos y tardan días en acudir al médico porque no le dan la importancia requerida
Según el epidemiólogo la estreptoquinasa recombinante, medicamento usado para disolver el trombo que obstruye la arteria coronaria, debe colocarse antes de las seis horas de iniciados los síntomas para garantizar su efectividad. De ahí la urgencia de que sobre todo las personas con cuarenta años o más de sesenta acudan pronto a sus áreas de salud si presentan dolor precordial o sudoraciones profusas, náuseas y malestar, teniendo en cuenta que no todos los infartos duelen.
MÁS VALE PRECAVER QUE…
Justo antes de tocar la puerta de la consulta, Girón encuentra un elemento que casi se escapa: el estilo de vida saludable, receta obligatoria para preservar el corazón. Mantener una dieta baja en sal y grasas, y al mismo tiempo rica en verduras y frutas, realizar ejercicios físicos y eliminar la adicción al cigarro, son requisitos que no pasan de moda cuando de salud se habla.
Por eso los trabajadores del Servicio de Cardiología en el Hospital Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez, no cesan de recordar a sus pacientes que una vez recuperados, el regreso a sus domicilios debe estar marcado por la eliminación de hábitos dañinos para su organismo.
“Aunque han mejorado los métodos diagnósticos y las terapias encaminadas a disminuir el número de muertes por tales motivos, la cifra continúa elevada debido a factores de riesgo como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo”, señala Joan Javier Vidal Casal, Jefe de Servicio de Cardiología en dicha institución.
Marta Ortega González, licenciada en enfermería al frente de esta sala comenta: “Los pacientes reciben charlas por parte del  equipo de fisioterapia y una vez que regresan a los hogares se les debe dar seguimiento en sus áreas de salud”.
Adoptar las medidas para prevenir desde temprano estas complicaciones es el mensaje de algunos como Cruz María Rodríguez Garmuri quien con 78 años ingresó en el centro por angina de pecho y aconseja a la población regular el consumo de sal. Por su parte Bárbara González Reyes, de 65 años y Ramón Colina Hernández exhortan a seguir las indicaciones de salud antes de que sea demasiado tarde.
Ellos, como muchos otros que han transitado por dicha sala, saben que este órgano requiere cuidados especiales, pero vale la pena ponerlos en práctica, pues como dijera cierto proverbio chino:“La gente se arregla todos los días el cabello; ¿por qué no el corazón?”


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