jueves, 14 de mayo de 2015

Para combatir el acné
























¿Cuántas veces te has sentido perturbado al advertir un punto blanco en el rostro? Quizás dicho suceso solo ocurra esporádicamente, pero cuando se trata de acné las cosas cambian.

Según los expertos entre el 18 y el 44% de las personas con acné sufren depresión y más de la mitad presenta cuadros de ansiedad. 

Aunque muchos recurren a disímiles tratamientos para mejorar, en lugar de avanzar a veces las lesiones en la piel permanecen. Y es que más que una simple señal de la pubertad, como sucede en muchos casos, el acné constituye una enfermedad.

Por lo general el acné se presenta en la adolescencia y afecta a un 80% de este grupo poblacional, como consecuencia de la interacción entre hormonas, sebo y bacterias que viven sobre la piel, dentro de ella y también en el cabello. Durante la pubertad, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas de la piel con producción excesiva de sebo.

Sin embargo también existen algunas formas especiales de acné que pueden afectar a recién nacidos o a personas adultas expuestas a determinados productos industriales (acné ocupacional), o a quienes ingieren determinados medicamentos como los corticoides orales (acné inducido por fármacos), siendo estas formas clínicas menos frecuentes que el acné juvenil clásico.

Por tanto, para descubrir las verdaderas causas de tal enfermedad es imprescindible acudir a un especialista. Pero, existen algunos hábitos que pueden resultar beneficiosos para evitar la aparición de acné como desmaquillarse antes de dormir, lavarse la cara después de hacer ejercicio para así evitar la acumulación de toxinas y sudor en la piel, cambiar con frecuencia toallas y fundas de almohada, no manipular los granos porque esto puede agravar el problema. Además es aconsejable retirar el pelo de la cara con el fin de que este no se introduzca en los poros y genere infecciones.

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