viernes, 13 de enero de 2017

Fin de “pies secos, pies mojados”, desde la mirada joven


 















“Con este acuerdo se elimina la comúnmente conocida como política “pies secos-pies mojados” y el programa de admisión provisional (parole) para profesionales cubanos de la salud, que Washington aplicaba en terceros países”, escuché ayer cuando encendí el televisor dispuesta a actualizarme sobre el proceso de Declaración Jurada previsto para esa transmisión de la Mesa Redonda.

Sola y perpleja frente a la pantalla, escuché la lectura íntegra del informe sobre la Declaración del Gobierno Revolucionario, convencida de que otra vez me convertía en testigo de uno de los acontecimientos más notables de este siglo en el marco del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

Sin dudas, los jóvenes de esta generación, los que nacimos en pleno Período Especial, también hemos sido testigos de importantes acontecimientos en la Historia de Cuba. Si bien crecimos en un contexto permeado por las carencias económicas condicionadas fundamentalmente por el genocida bloqueo impuesto por Estados Unidos a la Isla, ahora presenciamos pasos de avance en sentido opuesto a dicha política.

El acontecimiento que hoy nos ocupa no deja de ser trascendental. Acaba de terminar este 12 de enero una época marcada por las tristes historias de naufragios en el afán de dejar atrás las dificultades económicas y arribar a costas estadounidenses tras las seductoras ventajas de dicha ley. Embarcaciones y aeronaves secuestradas, crisis migratorias y fraudes, tráfico de emigrantes, familiares impacientes ante la dilación de alguna noticia…historias que poco a poco laceraban la tranquilidad y bienestar de muchos hogares.

Anunciada una semana antes de que el presidente Obama abandone su cargo, la decisión de eliminar esta política implica-según esta Declaración Conjunta-“que los Estados Unidos de América, consistente con sus leyes y las normas internacionales, devolverá a la República de Cuba, y la República de Cuba, consistente con sus leyes y las normas internacionales, recibirá a todos los ciudadanos cubanos, quienes con posterioridad a la firma de este acuerdo, sean detectados por las autoridades competentes de los Estados Unidos de América cuando trataban de ingresar o permanecer irregularmente en ese país, violando sus leyes”.
 

La eliminación de los privilegios migratorios para los cubanos que entran de manera ilegal a Estados Unidos y el fin del Programa de Admisión Condicional para Profesionales Médicos Cubanos, constituye un paso significativo en el proceso de normalización de las relaciones entre ambos países y una “medida audaz” del presidente como parte integral de su legado antes de dejar su cargo, según lo catalogara ante la BBC Felice Gorordo, cubano-estadounidense que formó parte del equipo de Obama en la Casa Blanca.

En Cuba el tema se vuelve tendencia en las redes, calles, paradas de ómnibus, centros laborales. Por su parte en Estados Unidos, según publica La Nación, la noticia del acuerdo causó reacciones encontradas. Mientras, políticos como el alcalde republicano de Miami, Tomas Regalado, consideran que el anuncio del jueves es el regalo de despedida de Obama a Raúl , hay analistas que creen que EE.UU. se libra de un problema al acabar con la política de "pies secos, pies mojados".

Sea beneficioso para dicho gobierno o no, las nuevas generaciones y las anteriores, víctimas de una hostil y obsoleta política, comprendemos la trascendencia de la medida anunciada este jueves, pero sin ansias de ser pretensiosos esperamos que algún día también los medios nos sorprendan con el anuncio del fin del bloqueo o la devolución del territorio de Guantánamo y alimentamos la esperanza de vivir para contarlo.

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