miércoles, 7 de diciembre de 2016

VIH/sida: Con lazos rojos en la puerta









P
ositivo. Nunca una palabra había retumbado con tanta fuerza en sus oídos. Con la esperanza de despertar de aquel extraño sueño, busca un posible margen de error, pero la doctora permanece allí detenida tratando de explicarle algo sobre el tratamiento, mientras ella solo escucha la misma palabra: positivo.


Siempre pensó que su condición de mujer heterosexual, unida en matrimonio a un único hombre desde su juventud, la libraban de todas las posibilidades de contagio con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), pero ahora la vida le demostraba lo contrario. Sin embargo, no tardó en comprender los riesgos de las relaciones sexuales desprotegidas, qué significa mantenerse no detectable o cómo funciona la Línea de Apoyo a personas con VIH/sida en Cuba.

 


SIN ROSTROS, NI DESMEMORIAS


Su ejemplo es solo uno de los 81 diagnosticados en la provincia de Matanzas durante 2016, y 921 hasta la fecha en la historia de la epidemia en el territorio. Y es que según la doctora Betsy Benítez Fuentes, jefa del Departamento Provincial de Prevención de ITS/sida, aunque los hombres siguen representando el mayor por ciento, y de ellos los que tienen sexo con otros hombres, en los últimos años hay una tendencia al aumento de la cantidad de mujeres con respecto a periodos anteriores, lo que puede estar relacionado con la bisexualidad, de ahí la necesidad de llevar las acciones de prevención también hasta las amas de casa.


La licenciada Yaneris Díaz González, del departamento de Vigilancia Epidemiológica de dicho departamento, añade a las estadísticas que las edades de mayor incidencia oscilan entre los 20 y 44 años, mientras la cantidad de muertes en sentido general suma 121 fallecidos desde que empezó la epidemia.




Y es que este virus ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. Su fase más avanzada se conoce como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, o Sida. Puede tardar entre dos y 15 años en manifestarse, en dependencia del sujeto y su presencia se define por la aparición de ciertos tipos de cáncer, infecciones u otras manifestaciones clínicas graves.




Capaz de transmitirse por el contacto con diversos líquidos corporales de personas infectadas, como la sangre, leche materna, semen o secreciones vaginales, el Virus de Inmunodeficiencia Humana sigue siendo un importante problema de salud pública mundial, aunque según la Organización Mundial de la Salud la ampliación del tratamiento antirretrovírico a las personas con VIH y el aumento de las opciones preventivas podrían ayudar a evitar 21 millones de muertes relacionadas con el sida y 28 millones de nuevas infecciones para 2030.


APUNTES TRAS UN DIAGNÓSTICO


Sin embargo, a diferencia de lo que muchos creen el desenlace feliz o fatal de este virus, no se enmarca en la sentencia de un diagnóstico. La clave parte de la adherencia al tratamiento.


“Los medicamentos deben constituir una parte esencial de nuestras vidas. Olvidarlos puede implicar la enfermedad o incluso la muerte, pero su consumo favorece que seamos más activos y logremos mantenernos no detectables, es decir con una carga viral por debajo de los límites de detección capaz de evitar la aparición de infecciones oportunistas”, explica el Omar Milián Báez, especialista del Grupo Provincial de ITS/sida, quien desde 1996 fue diagnosticado con el VIH y hace ocho años permanece indetectable.


“En otra época era más difícil ser adherente porque los fármacos eran muy fuertes y con muchas frecuencias. Recuerdo que llegué a tomar 21 pastillas al día y hoy ya necesito una sola sin efectos colaterales. La disciplina me han valido que pueda hacer mis actividades diarias sin problemas, pero en este proceso desempeña un papel muy importante el apoyo la familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo y estudio”.




El doctor Guillermo de la Portilla González, coordinador provincial de la Atención Médica para personas con VIH confiesa: “El mayor reto que hoy tenemos es convencerlos para que se impliquen de forma positiva en la elección, inicio y control del tratamiento y el segundo lograr el diagnóstico oportuno para evitar complicaciones mayores”.


“De los 589 que hoy se encuentran bajo tratamiento, más de 20 lo han interrumpido y otros no lo cumplen estrictamente, pero aunque los medicamentos pueden tener reacciones adversas, resulta vital ingerirlos hasta que el organismo se adapte y no confiarse ante una aparente mejoría”, añade.


Así, mientras el médico explica, Maximiliano Méndez Fleitas rectifica otra vez las cuentas para evitar cualquier error en los documentos de la Dirección Provincial de Vectores, donde labora como económico aunque desde hace 20 años vive con VIH.


“No es el fin del mundo, pero no se puede tomar a la ligera porque demanda cambios en los hábitos, horarios, etc. Algunos temen a los fármacos por la disminución de la masa muscular y otros efectos colaterales, pero vale más proteger nuestra salud”.


No obstante, Omar, Maximiliano y muchos otros sienten el compromiso de fomentar la prevención a través de las diferentes acciones organizadas por el Grupo Provincial de ITS/sida, pues como expresara Jesús Márquez Sempé, coordinador de una de las líneas del equipo, el uso de condón constituye la única manera de evitar las infecciones de transmisión sexual.


En la actualidad se exacerban las relaciones sexuales tempranas y cada vez son más recurrentes los cambios de pareja que comparten su intimidad sin tan siquiera conocer los nombres. Pero mientras eso sucede, un mal sin rostro amenaza con seguir tocando puertas. De cada ciudadano depende que al abrirla, en lugar de la palabra positivo, encuentre un lazo rojo.

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