martes, 20 de junio de 2017

Por la sonrisa de una madre


El caso es complicado. Pero el doctor Alfredo Julián Sánchez, máster en Ciencias de la Urgencia Médica, no lo ve todo perdido. Lo refleja su paso inquieto por la sala mientras pide a otro compañero que proceda a entubar a la paciente, lo refleja esa llama en sus ojos que treinta años después todavía abrasa como el primer día.

La misma luz enciende siempre su rostro sean embarazadas o de hasta 42 días después de concebir, porque la recuperación de una materna grave sin dudas duplica el regocijo.

“La paciente obstétrica constituye el caso de mayor impacto humano a tal punto que su pérdida representa el fracaso del sistema de salud. Aunque el peso mayor lo tienen los niveles primario y secundario, finalmente su futuro se decide en terapia intensiva”, explica el especialista de segundo grado en Medicina Intensiva y Medicina Interna.

Sánchez compara el periodo del 87 al 2000 en el que fallecieron 38 de las 360 maternas atendidas, con los resultados del 2001 al 2016, en el cual disminuyó el número de muertes, a pesar de duplicarse la cantidad de ingresos.

“El buen trabajo en la unidad de terapia intensiva contribuyó a que la provincia por 18 años consecutivos tuviera una tasa de mortalidad materna inferior a la nacional”, destaca.

Fue en 1996 cuando este servicio se trasladó del Hospital López Tabrane hacia el Faustino Pérez. A partir de entonces todos los especialistas formados en dicha institución han recibido la instrucción del también profesor auxiliar y consultante, junto a sus colegas.

“La sepsis constituye la principal causa de ingreso con 693 casos hasta la actualidad, el 16,5 por ciento de los cuales responde a una sepsis puerperal relacionada con el parto en el aparato genital interno o producto de la concepción”, explica.

Según el especialista otros motivos recurrentes son la enfermedad hipertensiva del embarazo, los trastornos hemorrágicos durante el parto e inmediatamente después, el síndrome de Shock o el distrés respiratorio agudo del adulto.

“Dicho espectro coincide con el internacional y de las 1240 maternas atendidas durante todo el periodo de existencia de nuestro servicio, solo tres fueron trasladas a La Habana, el resto se resolvió aquí en el territorio", puntualiza.

A la sonrisa de cada mujer agradecida el doctor agrega otra razón de gozo: su libro “La sepsis grave en la paciente obstétrica”, cuya publicación por la Editorial Amazon ocupó el número 89 (dentro del top 100 de libros de Obstetricia y Ginecología) de los 79 000 títulos publicados por dicha editorial en 2015.

“Me llena de satisfacción saber que se publicaron 6 643 096 unidades, fue traducido al inglés y además se aceptó como una de las guías nacionales sobre la atención a este tipo de pacientes en Cuba”, confiesa.

Aumentan su alegría los uatro premios provinciales anuales de salud otorgados a la sala de cuidados intensivos, la selección como trabajo relevante por la Escuela Nacional de Salud Pública en el XXXII Concurso Premio Anual de Salud 2008, tres premios Citma Provinciales, así como el galardón por Investigación Científica de Mayor Impacto Social en 2014 y los lauros obtenidos por sus estudiantes.

Sin embargo, aunque en estos momentos las estadísticas de muertes maternas son inferiores a las nacionales, el médico no se siente satisfecho, por eso su mayor preocupación radica en la necesidad de que las personas comprendan que el embarazo siempre constituye una condición de riesgo.

“La mujer es el laboratorio donde se engendra la vida y existen afecciones que pueden poner en peligro su bienestar, de ahí la importancia de acudir de inmediato al médico de familia, cumplir de forma fiel la dieta y medicación indicada, ante la presencia de hipertensión arterial o cualquier otra enfermedad seguir con disciplina las orientaciones para tener un final feliz”, enfatiza.

A sus treinta años de correr ante cada urgencia, vigilar sin descanso los indicadores y ver resurgir otra vez un suspiro de esperanza, el médico agradece la entrega y compromiso de su colega Antonio García, especialista en Ginecología y la cirujana Cristina Ruesca, quienes también forman parte de este grupo de trabajo auxiliado por aquellas especialidades demandadas según la urgencia.

Sánchez, como ellos, valora el camino transitado con la certeza de festejar su mayor victoria el día que no se pierda ni una sola vida, mientras tanto sigue hacia adelante dispuesto a entregar lo mejor de sí en el trayecto.

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