No tiene corazón, le destrozó el corazón o lo
hizo de… son frases que muchas veces se usan para cargar de dramatismo o
simplemente describir una acción o cualidad. Y es que no en balde el sabio
Salomón expresaría siglos atrás que de este órgano principal del aparato
circulatorio mana la vida. Sin embargo, cuando se trata de tomar las medidas
necesarias para protegerlo muchas veces se olvidan sus funciones e importancia.
Por eso cada 29 de septiembre, Día Mundial
del Corazón se convierte en una oportunidad para dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención,
control y tratamiento. La fecha no pasa por alto en Matanzas, una de las
provincias con mayor índice de mortalidad por este tipo de padecimiento.
A TIEMPO SE GANA TIEMPO
“Aunque
en muchas regiones del país los tumores malignos constituyen hoy la primera
causa de muerte, en Matanzas desde hace quince años siguen siendo las
afecciones del corazón. En 2013, mil 645 defunciones fueron por este último
motivo y 529 por problemas cerebro-vasculares, mientras en 2014 el
comportamiento fue similar y de enero a junio del presente año la cifra
asciende a 853”,
explica el Doctor Fernando Jesús Achiong Estupiñán, especialista al frente del
Programa de Cardiopatía Isquémica y de Hipertensión Arterial en el Centro
Provincial de Higiene y Epidemiología.
“En el mundo ocurre una de cada tres
defunciones por enfermedades de este tipo, mientras que cada cuatro segundos se
produce un infarto. Y es que las cardiopatías isquémicas representan el 80 por
ciento de dichos padecimientos: de estas el 40% son producidas por infarto
agudo del miocardio y el resto por infartos del miocardio que se vuelven lesiones
del músculo cardiaco dando lugar a la cardiopatía”, añade.
Pero… ¿a qué se debe esa mortalidad tan
elevada si existe una red hospitalaria de amplia cobertura en Matanzas? Sin
contar otros factores que a veces obstaculizan la atención inmediata constituye
un factor determinante el desconocimiento de la población sobre cuándo y cómo
pedir ayuda. Algunos pacientes tienen dolores torácicos y tardan días en acudir
al médico porque no le dan la importancia requerida
Según el epidemiólogo la estreptoquinasa
recombinante, medicamento usado para disolver el trombo que obstruye la arteria
coronaria, debe colocarse antes de las seis horas de iniciados los síntomas
para garantizar su efectividad. De ahí la urgencia de que sobre todo las
personas con cuarenta años o más de sesenta acudan pronto a sus áreas de salud
si presentan dolor precordial o sudoraciones profusas, náuseas y malestar,
teniendo en cuenta que no todos los infartos duelen.
MÁS VALE PRECAVER QUE…
Justo
antes de tocar la puerta de la consulta, Girón encuentra un elemento que casi
se escapa: el estilo de vida saludable, receta obligatoria para preservar el
corazón. Mantener una dieta baja en sal y grasas, y al mismo tiempo rica en
verduras y frutas, realizar ejercicios físicos y eliminar la adicción al
cigarro, son requisitos que no pasan de moda cuando de salud se habla.
Por eso los trabajadores del Servicio de
Cardiología en el Hospital Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez, no
cesan de recordar a sus pacientes que una vez recuperados, el regreso a sus
domicilios debe estar marcado por la eliminación de hábitos dañinos para su
organismo.
“Aunque han mejorado los métodos diagnósticos
y las terapias encaminadas a disminuir el número de muertes por tales motivos,
la cifra continúa elevada debido a factores de riesgo como la hipertensión
arterial, diabetes mellitus, tabaquismo”, señala Joan Javier Vidal Casal, Jefe
de Servicio de Cardiología en dicha institución.
Marta
Ortega González, licenciada en enfermería al frente de esta sala comenta: “Los
pacientes reciben charlas por parte del equipo
de fisioterapia y una vez que regresan a los hogares se les debe dar
seguimiento en sus áreas de salud”.
Adoptar
las medidas para prevenir desde temprano estas complicaciones es el mensaje de algunos
como Cruz María Rodríguez Garmuri quien con 78 años ingresó en el centro por angina
de pecho y aconseja a la población regular el consumo de sal. Por su parte Bárbara
González Reyes, de 65 años y Ramón Colina Hernández exhortan a seguir las
indicaciones de salud antes de que sea demasiado tarde.
Ellos,
como muchos otros que han transitado por dicha sala, saben que este órgano requiere
cuidados especiales, pero vale la pena ponerlos en práctica, pues como dijera
cierto proverbio chino:“La gente se arregla todos los días el cabello; ¿por qué
no el corazón?”
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