martes, 17 de noviembre de 2015

Luchar como amazonas, cantar por la esperanza












 











 
Hace varios meses Mariela palpó una pelotica en su seno derecho, pero como no sentía dolor se rehusó a acudir al médico. El otro día alguien le dijo que los tumores malignos se propagan en silencio y luego puede ser demasiado tarde para combatirlos, pero ella asfixiada bajo el peso de la vorágine diaria no encuentra tiempo para una consulta.


Como Mariela muchas mujeres, e incluso hombres con algún síntoma postergan la visita al médico, sin valorar que ponen en peligro su vida, ante una enfermedad crónica que figura entre las primeras causas de muerte en muchos países, especialmente del occidente.

LOS ESPECIALISTAS DICEN…

“Solo de enero a agosto de 2015 se registraron 63 defunciones por cáncer de mama en la provincia de Matanzas, entre las cuales figuró un hombre. El promedio de edad fue de 69,5 años y la mujer más joven tenía apenas 29. Cuarenta y tres fallecieron en domicilios y 12 en hospitales”, explica el doctor Pablo Rodríguez Jiménez, epidemiólogo al frente del programa de control del cáncer en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

“Tales cifras son superiores a las de igual período de 2014 y si se mantiene la mortalidad a este ritmo al final del año habrán fallecido 95 personas por dicha causa”, agrega.

Según Miguel Hernández Menéndez, jefe de la sección de Mastologìa en el territorio, el uso indiscriminado de medicamentos anticonceptivos, sustancias tóxicas o radiaciones pueden provocar la aparición de la enfermedad, por eso es tan importante su detección temprana primero desde el autoexamen, luego en la atención primaria de salud y si es necesario en las consultas centrales especializadas.

La presencia de nódulos, alteraciones en las zonas de la aureola y pezón, salida de sangre a través de este último o tener antecedentes familiares directos, son los principales signos de alarma que pueden indicar la presencia de cáncer de mama.

El también profesor auxiliar y consultante señala que existen tres tipos de consulta en la provincia: la general de Mastología que atiende alrededor de 80 casos semanales y entre 1700 o 1800 al año; la de imagenología para lesiones no palpables y la central oncoquirúrgica donde se atiende a los pacientes que serán intervenidos. Además se ofrece una de cirugía ambulatoria para los casos donde se descarta malignidad.

“La población no debe ignorar que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno y eficaz, pueden evitar consecuencias mayores como las operaciones mutilantes. También el uso de quimioterapia antes de la intervención quirúrgica favorece la obtención de mejores resultados”, señala.

EN EL FRENTE DE LAS AMAZONAS

Mas, incluso quienes deben someterse a la cirugía, encuentran un rayito de luz. Bajo el nombre de Amazonas, como aquellas guerreras que, según la mitología griega, se cortaban o quemaban el pecho derecho para usar el arco con mayor libertad y fuerza, un grupo de pacientes, familiares, profesionales y estudiantes del sector se suman a un proyecto que más allá de brindar terapias e intervenciones comunitarias para informar a la población, deviene espacio de entretenimiento y alegría.

“Amazonas por la esperanza surgió hace nueve años como respuesta del departamento de Psicología de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (UCMM)a una solicitud hecha por la Federación de Mujeres Cubanas, para garantizar la atención integral de estas pacientes y mejorar su calidad de vida”, explica Dania Díaz Díaz, psicóloga y autora de la iniciativa junto a Lena Alonso Triana, también psicóloga y el doctor Miguel Hernández.

“Desde entonces hemos recibido mucho apoyo por parte de esta organización, así como de Regla Ponce, directora de Ciencia y Técnica de la UCMM. Gracias a eso y a la perseverancia de cada integrante, el proyecto ha crecido y llegamos a trabajar incluso con pacientes en estadío terminal, pues mientras haya vida, siempre existirá una palabra de aliento”

Alonso Triana explica que en un primer momento se enfocaron en la atención psicológica de las pacientes, pero luego incluyeron a los familiares por su importancia en la transmisión de vivencias. “Así estas personas se convierten en promotores de salud y ayudan a identificar tempranamente la percepción de riesgo,” refiere.

“Hablamos mucho del futuro, la autoestima, adherencia terapéutica, depresión, felicidad, esperanza, de lo que vencimos y de cómo la vida no se ha acabado. Coordinamos actividades, nos preocupamos por las pacientes, las visitamos, cotizamos y hacemos rifas de manualidades para ayudarlas”, comenta Odalys Gómez Avallí, presidenta del grupo.

Otra de sus particularidades consiste en la incorporación de estudiantes de la carrera de Medicina, quienes desde la atención primaria contribuyen a promover la salud y prevenir la enfermedad.

“A través de esta experiencia no solo aportamos a la sociedad con nuestras pesquisas e investigaciones, también llevamos a nuestro hogar lo aprendido: la importancia de mantener una dieta balanceada, no consumir drogas, realizarse el autoexamen, etc.”, asegura Lilian López Benítez, quien cursa primer año de Medicina.

De esta forma el proyecto, merecedor de varios premios y reconocimientos, busca ser siempre solidario, aglutinador y humano. Las luces de Amazonas, llegan hasta los hogares matanceros a través del empeño de profesionales, alumnos, parientes que unidos a la sonrisa de Odalys, Aurora y otras integrantes, se suman a este canto por la esperanza para recordar a otros la importancia de luchar por la salud y la vida.


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