Hace varios meses Mariela palpó una pelotica en su seno derecho, pero como no sentía dolor se rehusaba a acudir al médico. El otro día alguien le dijo que el cáncer se propaga en silencio y luego puede ser demasiado tarde para combatirlo, pero ella asfixiada bajo el peso de la vorágine diaria tampoco encuentra tiempo para una consulta. Como Mariela muchas mujeres, e incluso hombres con algún síntoma postergan la visita al médico y ponen en peligro su vida.
El cáncer de mama es una enfermedad crónica no transmisible
que cobra numerosas vidas en el mundo entero, a tal punto que figura como una
de las primeras causas de muerte en muchos países.
Según el doctor Miguel Hernández Menéndez, jefe de la sección de Mastología en Matanzas,
en los últimos años ha disminuido la mortalidad en el territorio gracias al
diagnóstico temprano y tratamiento oportuno y eficaz.
“En los casos de diagnóstico temprano existe hoy la
posibilidad de no tener que realizar operaciones mutilantes. Además, el uso de
la quimioterapia antes de la operación también permite obtener mejores
resultados”, explica el también profesor auxiliar y consultante.
Hernández Menéndez informa a la población que para detectar
y tratar a tiempo esta enfermedad se ofrecen
tres tipos de consultas: despistaje y remisiones, imagenología para
lesiones no palpables y consulta central
de oncología para los casos que en los que se sospecha la presencia de cáncer y
serán intervenidos quirúrgicamente.
Por tanto, realizarse
el autoexamen y buscar la ayuda de los
especialistas constituye el primer paso que todo paciente debe dar ante
cualquier sospecha, porque sin dudas a tiempo se gana tiempo.
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